sábado, 5 de mayo de 2012

Autodidáctica

Soy autodidacta. Significa que no me gusta seguir un orden estipulado para aprender las cosas; prefiero hacerlo desordenadamente, probando, errando...

Experimentando se descubre, practicando se perfecciona.
Es importante tener un maestro, pero más lo es la práctica, la experimentación y la experiencia.

Detesto el aprendizaje académico. Esa manera pasiva de escuchar, memorizar, leer lo que hay que leer, hacer lo que hay que hacer y dirigir el estudio hacia el Examen Final, esa especie de ticket que me da el pase a otra materia o nivel y el derecho a olvidarme, por fin, de todo lo que tuve que memorizar obligatoriamente y no me interesaba en lo más mínimo.
Por que no me suele interesar lo que tenga que aprender por obligación. Todo tiene un tiempo y un momento, que es distinto para cada uno. En el secundario me hacían leer a Poe y yo lo odiaba; hasta que, años después, lo releí por propia curiosidad, y empecé a amarlo.

Estudiar una carrera es someterse a una serie de rituales: asistir a clases interminables donde muchas veces lo que se dice es lo mismo que está escrito en el material de lectura; invertir tu tiempo en leer textos cortados, resumidos, escogidos arbitrariamente y por lo general impresos en fotocopias sucias de tóner; tragarte todos los conocimientos para después repetirlos sin digerir, cual receta a la provenzal; estudiar y esforzarte, no para satisfacer las ansias de saber, sino para "aprobar" y finalmente conseguir un papel firmado que te acredite como licenciado o profesor en lo que sea, no importa el área, la cuestión es tenerlo, por que sin ese papel no sos nadie.

Aunque en muchos aprendizajes tener un guía es fundamental, para otros, yo prefiero ser autodidacta.
Que nadie me quite el placer de leer y estudiar tranquilo, sin pensar en exámenes ni fechas límite; sin marcar aquellos párrafos que sean importantes, sino sólo los que me llamen la atención, cualquiera sea el motivo; sin tener que llenar cuestionarios ni leer buscando, desesperado, posibles respuestas a preguntas absurdas; sin preocuparme por retener nada, y si al otro día me olvido de todo lo que leí la noche anterior, bueno, será que esos conocimientos no eran esenciales para mi; y sobre todo, sin tener que demostrarle a nadie, mas que a mi mismo, si realmente aprendí lo que tenía que aprender.

No hay nada como ser tu propio maestro, tu propio jefe... y no digo tu propio amante también por que eso no está tan bueno...

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