lunes, 23 de abril de 2012

23 de Abril: Día Internacional del Libro

Hoy es el día del Libro. Si... no del librero eh, del libro, nada de comerciantes.

Quiero agradecer y enviarles un afectuoso saludo a todos los libros que pasaron por mis manos, que fueron ultrajados, acosados y violados por mis dulces dedos; que soportaron juegos sádicos con lapices, marcadores, resaltadores y demás objetos contundentes; que fueron brutalmente desmembrados y luego arreglados con cinta de carpintero para después volver a ser brutalmente desmembrados, cual psicópata que reincide en el delito; que fueron comprados a precio de esclavo y luego tirados y/o amontonados, directamente en el piso, por ser considerados demasiado pelotudos como para ser leídos; que fueron vendidos impunemente por tres monedas, cual Judas que, traicionando a sus amigos de toda la vida, con el pretexto de ser "ya grande y con hambre de lecturas mas importantes, vió?", termina por entregarlos a las manos usureras de los libreros del Parque Rivadavia; que fueron, son y serán comprados, ordenados en alguna biblioteca, y nunca más se leerán o por lo menos tendrán que esperar unos cuantos años hasta poder cumplir su noble función en este mundo.

Pero también quiero recordar y enviar flores y presentes en forma de palabras, a aquellos libros que me hicieron pasar gratos momentos; a aquellos que, contra toda ley física, lograron que el tiempo pasara más rápido; a aquellos que me hicieron pasar de la parada del colectivo y llegar tarde a lugares menos importantes que el libro en cuestión; a aquellos que me cortaron el sueño y lograron mantenerme desvelado hasta la mañana del día siguiente, sin importarles si yo tenía compromisos, ya que en ese momento el desenlace de la historia era mas importante que la vida misma; a aquellos que me enseñaron que la vida no es una mierda, si uno se puede abstraer de ella por un ratito; y también a aquellos que me enseñaron que la vida no es una mierda, si uno sale a vivirla en vez de quedarse encerrado leyendo como un pelotudo.

Y sobre todo, agradezco profundamente a los libros que, cual refugio o guarida de gangsters, me proporcionan la paz y serenidad que uno tanto necesita después de andar por los vagajes (con v de vago) de la vida; que me demuestran que no todo se aprende en la calle, en la tele o en internet (porque, en definitiva, no todo se aprende violentamente, empíricamente); que nivelan y reciclan mi alienación de cada día; y que perdonan mis pecados, dándome ideas para realizar otros mejores.

A todos aquellos libros que me dan un respiro después de tanta calle, tanta tele, tanto facebook, tanta pelotudez, tanta mediocridad, tanta bajeza, tanta vileza y tanta mierrrrrrrda que recibo día a día de parte de la sociedad. A todos ellos:

¡¡¡ FELÍZ DÍA !!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario